Villegas rompe con el PRI-PAN y pone su futuro en manos de Morena

NACIONALES

7/11/20252 min read

Durango – Desde su designación en 2022 por la coalición Va por Durango, Esteban Villegas Villarreal contaba con el respaldo de panistas, priistas y un núcleo duro del PRD. Sin embargo, ahora ha roto esos pactos históricos al volcar su estrategia hacia una figura morenista. A pesar de que el PAN protestó por su candidatura en 2022 y el PRI incluso dudó de su lealtad a sus bases, ambos partidos fueron fundamentales para su triunfo en las urnas. Hoy, sus estructuras se ven ignoradas mientras el gobernador coloca a una figura de Morena como su favorita para la siguiente etapa del poder.

Luego de ganar 20 de 39 municipios, la coalición PRI‑PAN esperaba corresponder con una distribución equitativa de poder y respaldo. Pero el favoritismo de Villegas hacia Betzabé –no solo público, sino sostenido en recursos, proyección mediática y respaldo institucional– ha descolocado a los partidos originales. El argumento del gobernador es el de una política abierta y colaborativa, pero debajo del discurso se encuentra una operación que margina a quienes lo llevaron al poder y favorece a una candidata del partido al que él mismo combatió en campaña.

La joven política morenista, psicóloga de formación, con paso reciente en el Congreso, es ahora promovida como ejemplo de gobernanza moderna y plural, cuando en realidad se convierte en el nuevo rostro del viejo control. Betzabé representa la carta más útil para que Villegas mantenga su influencia: es funcional, popular y fácilmente integrada a su sistema. El supuesto pluralismo no es más que una herramienta para prolongar un liderazgo personalista y manipular el escenario político desde dentro.

Mientras los partidos que le dieron el triunfo ven con indignación cómo son desplazados del círculo de poder, Villegas se acomoda al nuevo clima electoral. Ya no necesita compromisos ideológicos, ni siquiera partido propio. Le basta con conservar el poder a través de la figura que le convenga. En este caso, Betzabé Martínez Arango es su llave para seguir mandando, aunque eso signifique enterrar a los que alguna vez lo respaldaron.