Radiografía del voto judicial revela las fracturas internas de Morena

6/10/20251 min read

La elección judicial del 1 de junio, promovida por Morena como una expresión de democracia participativa, terminó siendo una muestra clara de las grietas internas del obradorismo y de la creciente desconexión entre las cúpulas del partido y su base ciudadana.

Pese al discurso oficial que presume una votación coordinada y controlada, los datos electorales muestran un panorama muy distinto: Morena no logró una movilización homogénea en el territorio nacional. Un análisis basado en inteligencia artificial reveló que hubo al menos siete patrones distintos de votación en las más de 71 mil secciones electorales, evidenciando que la supuesta estrategia unificada del partido fue desobedecida o saboteada desde dentro.

Lejos de consolidar un bloque disciplinado, Morena enfrentó una elección marcada por traiciones internas, alianzas estratégicas dispares y desobediencias calculadas. En múltiples regiones, se impulsaron solo a ciertos ministros del listado oficialista, mientras que en otros casos, incluso se tejieron acuerdos tácitos con sectores opositores.

Además, un 31% de las secciones electorales mostraron un voto orgánico, donde los ciudadanos sustituyeron a los perfiles más cuestionados del listado por candidatos con mayor resonancia en redes sociales, rompiendo con la línea oficial. Esto confirma que muchos votantes morenistas prefirieron ignorar las instrucciones partidistas en favor de una elección más independiente.

Más que un triunfo, esta elección expuso el rostro más vulnerable de Morena: un partido que, aunque mantiene un discurso de unidad y fuerza, ya no controla por completo a su militancia ni a su electorado. Lo que se presumía como una maquinaria política imparable hoy muestra signos de desgaste y fragmentación.

La “elección judicial” ha resultado ser, en los hechos, una radiografía de las fracturas y contradicciones del obradorismo, así como una advertencia de que el discurso triunfalista ya no basta para ocultar las tensiones internas que amenazan la cohesión del partido en el poder.