Morena y el Comandante H: ¿Ignorancia o complicidad?

7/28/20252 min read

Desde 1999, Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco, estuvo vinculado al narcotráfico. ¿Cómo pudo el partido gobernante desconocer su historial delictivo durante tantos años?

Un pasado criminal desde 1999

Hernán Bermúdez Requena, conocido como "Comandante H", inició su carrera en el narcotráfico en 1999, según informes de inteligencia federal. En ese año, los hermanos Hernán y Humberto Bermúdez comenzaron a introducir cocaína en el estado de Tabasco. Bermúdez, formado en Derecho y con una trayectoria en la Policía Judicial de la Ciudad de México, la Dirección Federal de Seguridad y la Interpol, utilizó su posición para facilitar actividades ilícitas. Su conocimiento en seguridad y narcotráfico le permitió operar con impunidad durante décadas.

Ascenso en la administración de Adán Augusto López

En diciembre de 2019, el entonces gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, nombró a Bermúdez como secretario de Seguridad Pública del estado. Este nombramiento se realizó a pesar de que Bermúdez ya estaba vinculado al narcotráfico. Su nombramiento generó controversia, ya que se le conocía por su apodo "Comandante H" y su relación con el crimen organizado. Durante su gestión, Bermúdez consolidó su poder y estableció la célula criminal "La Barredora", vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación. Esta organización se dedicaba al tráfico de drogas, extorsión y control de centros nocturnos en Tabasco.

¿Ignorancia o complicidad?

La pregunta que surge es cómo el partido gobernante, Morena, pudo desconocer el historial criminal de Bermúdez durante tantos años. A pesar de las alertas y denuncias previas, su ascenso en la administración de López fue respaldado por figuras clave del partido. Esto plantea dudas sobre la efectividad de los mecanismos de control y supervisión dentro de Morena y su disposición para abordar la infiltración del crimen organizado en sus filas.

Repercusiones políticas y judiciales

El escándalo ha tenido repercusiones tanto a nivel político como judicial. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congeló las cuentas bancarias de Bermúdez, sus familiares y empresas vinculadas, por presuntos vínculos con el narcotráfico. Además, se giró una orden de aprehensión contra él, y la Interpol emitió una ficha roja para su localización internacional. El actual gobernador de Tabasco, Javier May, ha acusado públicamente a Adán Augusto López de encubrimiento, lo que ha generado tensiones dentro de Morena.

Conclusión

El caso de Hernán Bermúdez Requena revela una preocupante falta de vigilancia y control dentro de Morena, permitiendo que individuos con antecedentes criminales accedan a posiciones de poder. Este episodio pone en evidencia la necesidad de una revisión profunda de los procesos de selección y supervisión de funcionarios dentro del partido, así como una reflexión sobre la responsabilidad política en la lucha contra la infiltración del crimen organizado en las instituciones.

La prolongada operación de Hernán Bermúdez bajo la sombra del narcotráfico, incluso dentro de las filas y estructuras del gobierno de Morena, no puede atribuirse a la ignorancia. Más bien, evidencia una grave omisión o posible complicidad que debilita la confianza ciudadana en la capacidad del partido para combatir eficazmente al crimen organizado. Este caso no solo empaña la imagen de Morena, sino que también revela las profundas raíces del narcogobierno que amenaza la estabilidad y seguridad de México.