Layda no tiene nada que informar: Campeche estancado, sin obras, sin rumbo y con un gobierno que solo vive de ocurrencias

CAMPECHE, Camp.— El gobierno de Layda Sansores sigue sin ofrecer resultados tangibles para los campechanos. Más allá del discurso grandilocuente y las fanfarrias de redes sociales, Campeche permanece estancado, sin proyectos de infraestructura relevantes, sin mejora en servicios públicos y con una ciudadanía cada vez más desesperanzada.

Los llamados “logros” que presume Morena en el estado no son más que adornos simbólicos: un techito colocado aquí, una calle parchada allá, una pluma automatizada inaugurada con bombo y platillo. Acciones mínimas que no resuelven los verdaderos problemas de fondo. La falta de una visión integral para el desarrollo es cada vez más evidente, y lo único que avanza en Campeche es la propaganda oficial.

Mientras otros estados impulsan megaproyectos, zonas industriales o estrategias serias de crecimiento económico, en Campeche el gobierno se entretiene con ocurrencias, declaraciones mediáticas y confrontaciones políticas estériles. No hay programas sólidos para combatir la pobreza, modernizar el sistema de salud o rescatar la educación. Mucho menos políticas efectivas para generar empleo o atraer inversión.

En lugar de rendir cuentas claras, la administración de Layda se ha dedicado a ocultar su falta de resultados tras un show constante en redes sociales. La rendición de cuentas se sustituye por discursos vacíos, donde la forma importa más que el fondo. Y mientras la gobernadora insiste en hablar de “transformación”, miles de familias campechanas siguen esperando agua potable, médicos, calles dignas y seguridad.

Campeche no necesita más discursos, necesita hechos. Y en este informe de gobierno, Layda Sansores no tiene nada que decir porque no hay nada que mostrar. La opacidad, la improvisación y el estancamiento son el verdadero sello del gobierno de Morena en Campeche. La gente ya no quiere más cortinas de humo, quiere soluciones reales.