Desgaste y conflictos internos frenan a Morena en Veracruz: derrotas, impugnaciones y tribunales

Morena enfrenta un duro revés político en Veracruz, donde el desgaste de la 4T y los conflictos postelectorales tienen atorados los resultados en diversos municipios clave. El partido que se decía invencible perdió bastiones históricos y ahora recurre a los tribunales para intentar revertir derrotas que, en muchos casos, reflejan el creciente descontento ciudadano.

En al menos 11 municipios, Morena ha impugnado los resultados tras diferencias mínimas, como en Acatlán, donde la derrota fue por apenas 14 votos, o en Poza Rica, con una diferencia de 500 sufragios. A falta de capacidad para reconocer los resultados, el oficialismo se refugia en los tribunales denunciando fraude, violencia y quema de paquetes electorales, en un intento desesperado por retener el poder.

El partido en el poder no solo enfrenta la pérdida de posiciones clave, sino que ahora exhibe su fragilidad política y dependencia de las instancias judiciales, en lugar de aceptar la voluntad de la ciudadanía. Todo esto ocurre en un clima de creciente desconfianza hacia Morena, que deja claro que su desgaste ya es inocultable.

Mientras tanto, el proceso electoral en Veracruz sigue en vilo, atrapado entre los recursos jurídicos y la incapacidad de Morena para asumir sus derrotas con madurez democrática.