De la lealtad al oportunismo: Paul Ospital, el chapulín que encontró cobijo en Movimiento Ciudadano
7/28/20251 min read


QUERÉTARO.— Pocas historias reflejan con tanta claridad el oportunismo político como la de Paul Ospital. Alguna vez defensor apasionado del PRI en Querétaro, con discursos encendidos sobre la importancia de la militancia y la capacitación interna, terminó dándole la espalda al partido que lo formó para buscar refugio en las filas de Movimiento Ciudadano.
En redes sociales quedó el testimonio incómodo: publicaciones y fotos en las que Ospital aplaudía al PRI, convocaba a fortalecerlo y se presentaba como soldado fiel del tricolor. Pero bastaron unos intereses personales para que todo ese discurso se desmoronara. Hoy forma parte de MC, el partido que se ha convertido en la casa de los que abandonan sus principios por un lugar en la boleta.
Su justificación, lejos de convencer, exhibió más cinismo que honestidad: “El PRI perdió sus ideales”, dijo. Una frase vacía viniendo de alguien que apenas poco antes hablaba de reforzar al partido. La realidad es que Ospital no siguió ideales, siguió conveniencias. Cambió el rojo por el naranja sin mirar atrás, traicionando a quienes confiaron en él como líder y como priista.
El caso de Paul Ospital es apenas uno más en la larga lista de políticos que han hecho de Movimiento Ciudadano un club de ambiciosos sin proyecto. El partido presume ser una opción nueva, pero está lleno de figuras recicladas que huyen de sus pasados políticos, no por principios, sino porque ya no encontraron acomodo.
Militantes en Querétaro no han olvidado su actitud. “Fue pura simulación, se llenaba la boca hablando de ética y formación, pero terminó como todos: brincando al partido donde le ofrecieron algo”, expresó un priista local. La decepción no es menor.
Con historias como la de Paul Ospital, Movimiento Ciudadano demuestra que su verdadero motor no es la renovación política, sino la recolección de figuras quemadas por sus propios errores. Y mientras tanto, los ciudadanos siguen esperando partidos con verdaderos compromisos y no simples escaparates de ambición.