Exigen jóvenes informe de la CIDH sobre la masacre de Acteal en Chiapas
5/23/20252 min read


La Masacre de Acteal: Un Recordatorio de la Impunidad
El 22 de diciembre de 1997, la comunidad de Acteal, ubicada en el municipio de Chenalhó en Chiapas, fue testigo de uno de los capítulos más trágicos de la historia reciente de México. En esa fecha, 45 personas, que en su mayoría eran indígenas tzotziles, perdieron la vida a manos de un grupo armado. A pesar de que han pasado más de dos décadas desde este hecho, familiares de las víctimas continúan exigiendo justicia y el fin de la impunidad que ha caracterizado este caso.
Jóvenes Llaman a la Acción
Recientemente, un grupo de jóvenes y niños de Acteal ha tomado la iniciativa de levantar la voz para implorar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que emita un informe sobre la masacre. Su mensaje es claro: urge la emisión del Informe de Fondo del caso 12.790, ‘Manuel Santiz’ que está relacionado con los eventos trágicos de 1997. La exigencia de los jóvenes refleja un dolor histórico que aún persiste en la comunidad y el deseo de que se haga justicia.
El Requerimiento de Justicia y Verdad
Los descendientes de los sobrevivientes de la masacre sostienen que el informe de la CIDH es vital para que se reconozca la magnitud del crimen y se establezcan responsabilidades. La larga espera del informe provoca frustración y un sentido de desamparo ante las autoridades que, a lo largo de los años, han sido incapaces de llevar a cabo una investigación satisfactoria que lleve a los culpables ante la justicia. Este tipo de impunidad no solo afecta a las familias de las víctimas, sino que también genera un clima de desconfianza en el Estado de Derecho.
La comunidad de Acteal busca justicia no solo por los asesinatos ocurridos, sino también como un acto simbólico para el reconocimiento de sus derechos y la dignidad de los pueblos indígenas en México. La demanda de los jóvenes es un recordatorio de que la memoria histórica no debe ser olvidada, y que el clamor por justicia sigue vivo entre las nuevas generaciones.
En conclusión, la exigencia de un informe por parte de los jóvenes de Acteal es un llamado a todos: el compromiso de la sociedad civil, las autoridades y las organizaciones internacionales para poner fin a la impunidad y atender la urgencia de justicia que aún persiste. La masacre de Acteal debe ser reconocida como un hecho que no solo afecta a una comunidad, sino que tiene repercusiones en toda la sociedad mexicana. El reconocimiento y esclarecimiento de estos eventos trágicos son imprescindibles para construir un futuro en el que los derechos humanos sean garantizados de manera efectiva para todos.