Andrea Chávez y el negocio de la salud: Morena se hace de la vista gorda
Andrea Chávez, senadora de Morena, ha sido señalada por operar caravanas de salud con recursos de dudoso origen, en lo que parece ser un claro acto anticipado de campaña.
3/24/20251 min read


En un nuevo escándalo de desvergüenza política, la senadora de Morena, Andrea Chávez, ha sido exhibida por operar caravanas de salud con recursos opacos y con fines claramente electorales. A pesar de que la ley es clara sobre los actos anticipados de campaña, en Morena han decidido mirar hacia otro lado, permitiendo que sus cuadros usen la salud como trampolín político.
Las unidades médicas que Chávez despliega en Chihuahua llevan su nombre y rostro, funcionando como un instrumento de propaganda disfrazado de ayuda social. Lo grave del asunto no solo radica en que esto viola la normativa electoral, sino en que el financiamiento de estas unidades proviene de empresarios cercanos al poder, sin que haya claridad sobre el origen de los recursos.
Uno de los principales financiadores es Fernando Padilla Farfán, un empresario con nexos directos con Adán Augusto López, el exsecretario de Gobernación y uno de los hombres fuertes de Morena. La relación entre Chávez y Adán Augusto no es casualidad: se trata de una red de intereses dentro del partido que busca posicionar a sus allegados utilizando dinero de dudoso origen.
A pesar de que diversas voces han señalado que estas unidades médicas pueden estar incurriendo en delitos electorales, no existe una sola auditoría o documento que transparente el manejo de los fondos. Felipe Calderón ha sido uno de los pocos que ha alzado la voz, denunciando que el uso de estas caravanas es un claro caso de propaganda ilegal.
Mientras tanto, en Morena todo sigue igual. Ningún órgano interno ha investigado el caso, el INE tampoco ha actuado con contundencia, y figuras como Gerardo Fernández Noroña han salido en defensa de Chávez, justificando lo injustificable. Al final, lo que queda claro es que el partido en el poder sigue operando con la misma lógica: lucrar con las necesidades de la gente para perpetuarse en el poder.